Ayer de camino a una Asamblea General de una Comunidad de montes del municipio de Arbo (Pontevedra), al pasar por el Concello de As Neves (Pontevedra), me encontré con las desoladoras imágenes provocadas por los incendios padecidos en Galicia el pasado mes de octubre. El recorrido por la carretera es sobrecogedor. Es imposible mantenerse impasible ante tantas hectáreas de monte quemado, pero el corazón se te enconge todavía más si cabe al ver la gran cantidad de viviendas existentes al lado del monte incendiado, algunas, incluso, igualmente quemadas.